Siento que aprendo de otras realidades y no de la oficial. Pues conversé con seres queridos sobre este tema, y cuentan que, antes de esa fecha, venían sufriendo el asecho de la Alianza Anticomunista de Argentina (AAA). Entonces, ¿de qué democracia hablamos si la AAA fue en democracia? Pregunto, ¿de éstos no se acuerda la memoria?, ¿qué criterio de selección tiene la memoria?
Si fuera la memoria, seleccionaría la de los verdugos que hicieron desaparecer físicamente a Rodolfo Walsh, para que cuenten cuáles fueron las últimas palabras escogidas por el escritor, que no fueron las finales. Luego del 25 de marzo de 1977, fecha en que desaparece, dio a conocerse su CARTA ABIERTA DE UNA ESCRITOR A LA JUNTA MILITAR., donde dice:
“El 24 de marzo de 1976 derrocaron ustedes a un gobierno del que formaban parte, a cuyo desprestigio contribuyeron como ejecutar su política represiva (…) En esa perspectiva lo que ustedes liquidaron no fue el mandato transitorio de Isabel Martínez sino la posibilidad de un proceso democrático donde el pueblo remediara males que ustedes continuaron y agravaron (…) Invirtiendo ese camino han restaurado ustedes la corriente de ideas e intereses de minorías derrotadas que trabajan el desarrollo de las fuerzas productivas, explotan al pueblo y disgregan la Nación. Una política semejante sólo puede imponerse transitoriamente prohibiendo los partidos, interviniendo los sindicatos, amordazando la prensa e implementando el terror más profundo que ha conocido la sociedad argentina”[1].
Ayer, hoy… ¿y mañana?
Ese rumbo que se inició, no sé si se ha torcido. Si hablamos de las fuerzas productivas; el desempleo es algo que no ha cambiado. Según la Dra. Dora del Carmen Orfila, “Nuestra población total actual es de aproximadamente 36.700.000 habitantes y la P.E.A. está cercana a los 14.000.000 de personas. De éstos últimos, tienen desempleo abierto el 25 % según cifras oficiales. Como no debemos olvidarnos que las cifras representan valoraciones estadísticas, pero se refieren a seres humanos, tengamos en cuenta que cada punto, cada 1% de ese 25% significa 150.000 personas sin ningún tipo de empleo, totalmente inactivas, es decir algo más de 3.500.000 de desempleados”[2].
En cuanto a la implementación “del terror”, tenemos un sistema de medios que da miedo y exacerba la violencia de todo tipo, durante muchas horas de nuestras vidas. Y muchas veces sin ser conscientes de lo que postula la Coordinadora en contra la represión Policial e Institucional (CORREPI), como herencia de la dictadura, cuando dice Dice: “las fuerzas armadas no fueron el único actor represivo en los ´70, y señala la participación, bien que en un rol subordinado al mando militar, de las fuerzas de seguridad, y en particular de las policías”[3].
Respecto a la prohibición de los partidos; hoy, según datos de 2009, son cerca de 700 los partidos políticos en argentina. Y si hablamos de la intervención en los gremios; hoy, ese acto, puede tener un parangón en cooptación de las dirigencias gremiales cuando éstas se declaran oficialistas o en favor de las medidas de gobierno.
Y ni hablemos de la justicia y su papel respecto a la lucha por reivindicaciones: dieron cadena perpetua a trabajadores petroleros de Las Heras; o la prohibición de hacer asambleas en horario de trabajo a los docentes en Entre Ríos, mediante una orden a AGMER de la titular del Juzgado Laboral número 1 de Paraná, Gladys Pinto. Como dijera Osvaldo Bayer en una carta: “Esta injusticia histórica en la Argentina puede compararse con la condena sufrida por los mártires de Chicago, esos luchadores por las sagradas ocho horas de trabajo”[4].
Quién también se pronunció a razón del 24 de marzo, y respecto a la consigna oficial, fue Nora de Cortiñas, madre de plaza de mayo de la línea fundadora. Dijo a radio La Retaguardia: "La consigna la hicieron cuatro organismos que lastimosamente convocamos. De a poco nos fuimos separando, el hecho de no estar de acuerdo, el partidismo político, las consignas ni se hacen por consulta ya, no se hace como antes. La consigna es paradójica, dice democracia o corporaciones, viene bien porque acá le abrieron la puerta a corporaciones como Monsanto, la Barrick, Chevron. Que cada uno salga con sus banderas, con lo que cree que se tiene que expresar". Y hace bien al poner el acento en la consignas, pues ésta tiene un potencial aglutinador que muchas veces menospreciamos. Una consigna puede juntar en un mismo pedido, en el mismo objetivo, al pibe que recorre las calles en un carro y hasta el pibe de familiar de profesionales, o al militante de centro izquierdo con el de extrema izquierda.
Entonces, pregunto, ¿cuáles son las consignas que como pueblo se nos han traspapelado?, o cuestionaría a la memoria sobre ¿qué consignas fueron acalladas en aquel golpe de Estado de hace 38 años?, pues, reitero, nos debemos una autocrítica.
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[1] Carta Abierta de un escritor a la Junta Militar. Escrito por Rodolfo Walsh y publicada en Operación Masacre, de Ed. De la Flor (2007).
[2] http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/ar/orfila-desempleo.htm
[3] Pág. 33 de “Represión en Democracia”. María del Carmen Verdú. Ed. Herramientas (2009).
[4] http://redlatinasinfronteras.wordpress.com/2014/02/07/argentina-una-carta-del-escritor-osvaldo-bayer-por-los-companeros-petroleros-de-las-heras/
Mario Daniel Villagra
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