Otoño
es estación de cosecha. Entonces, para el primer reporte del año para Café del
Oeste, recolectaremos en palabras lo que ha sucedido con los y las trabajadores
de la educación, desde el verano hasta
la fecha; en fin, hablaré sobre las idas
y vueltas entre las bases y las conducciones, entre éstas y los gobiernos, y el
papel de la justicia cuando tiene que intervenir. Por Mario Daniel Villagra.
Como para ubicarnos.
Entre
Ríos tiene una población de alrededor de 1.235.994, según el censo de 2010,
dividido en 17 departamentos. Al mismo tiempo, la Asociación Gremial del
Magisterio de Entre Ríos (AGMER), tiene cerca de 36 mil afiliados en 17
seccionales. Es decir, tiene un promedio de una seccional por departamento,
dato que no es menor, pues habla de la capacidad de movilización que tiene el
sector.
El
mapa es atravesado por lo político, y es complejo, pero luego de unas consultas,
se puede decir que los Rojo y Negro conducen
las seccionales de Pná, Concordia,
Federación, Villaguay, Tala e Islas, y tiene minoría en casi todas las demás.
Victoria y Federal son Blanca y Ñandubay. Lo demás es celeste, pero, como dijo
el Prof. De la localidad de Maráa Grande, Mauricio Castaldo, “la necesidad de las bases, que a veces no
obedecen líneas”. Al mismo tiempo, Eugenio Jacquemain, de Gualeguaychú, dijo
algo similar: “es este último tiempo se ven seccionales movilizadas y no
justamente por sus conducciones, sino porque las bases presionan”.
En
enero, precisamente el 20, en la seccional Paraná se decidió realizar un acampe
frente a casa de gobierno, en vísperas de una primer reunión en mesa de negociación salarial.
Por
esa altura del año, el gobierno anunció
un “plus” de 2000 mil pesos, en dos cuotas, y en negro, no para todos los
docentes, sino para aquellos que hayan terminado con hasta 18 hs cátedras, y
para los que no, se le asignaría un proporcional. Acto que generó confusión y
críticas, por ejemplo, al hecho de que dicho monto no era un aumento al básico
y como tal no aportaba a la caja de jubilaciones, y como consecuencia al
servicio de mutuales. En definitiva, se
terminaba aceptando el monto como una “migaja” por parte del gobierno y porque
no había posibilidad de rechazarlo, al estilo propuesta salarial.
No hay que olvidar mencionar que dicho congreso se manifestó en el marco de la conciliación obligatoria por 20 días hábiles que dictó el 14 de marzo la titular del Juzgado Laboral Nº 1 de Paraná, Gladys Pinto. Que, acatada por la conducción de AGMER, frenó un paro de 72 hs aprobado en el segundo congreso, de los tres que van en el año. De todas maneras, el paro quedó en espera.
La medida del Juzgado Laboral dio que hablar. Primero, por cómo el gobierno utiliza la justicia para pasar por encima a las decisiones de los trabajadores organizados; y, segundo, por el hecho de que la conducción haya acatado sin más la medida de la justicia, teniendo todo el respaldo de las bases y sabiendo que la justicia no es independiente a los intereses del gobierno de turno.
Medida de la justicia que no fue la única, puesto que el 20 de marzo, nuevamente la titular del Juzgado Laboral Nº 1 de Paraná, Gladys Pinto, ordenó al gremio suspender “en lo sucesivo” las asambleas dentro del horario de clases y abstenerse de adoptar “cualquier otro tipo de medidas” en el plazo que dure la conciliación obligatoria.
Posteriormente al pedido que realizara el Consejo General de Educación, la Seccional de AGMER Paraná, solicitó la renuncia de la presidenta de dicha entidad, Claudia Vallori, por considerar que ésta tuvo posturas antidemocráticas y autoritarias a la hora de negar el diálogo con los docentes.
En términos generales
El comienzo del año es una posibilidad para negociar los salarios; en estos días municipales salieron a la calle aquí en Paraná; también el sector salud hizo huelga, pero los docentes tienen una particularidad, que son quienes miran la cara al futuro de lunes a viernes (y, de hecho, en muchos casos también los fines de semana). “Maestras y maestros en huelga —como dijera el pedagogo y ex funcionario brasilero Paulo Freire en un “Carta…—, estaban enseñando, estaban dando a sus alumnos lecciones de democracia a través de su testimonio de lucha”.
Por lo dicho anteriormente, coincidiendo con el periodista chileno Andrés Figueroa Cornejo, afirmo que “la lucha docente es mucho más que una negociación salarial. Lo saben bien los de arriba, pero nos cuesta entenderlo a nosotros los de abajo. La huelga del magisterio contiene en potencia las pistas de lo que es necesario que devenga, pero todavía no es. De ampliarse, esta lucha aparentemente sectorial, puede ser el prólogo de la más poderosa resistencia contra las políticas antisociales que imponen los pocos mandarines a través de sus mediadores en el Ejecutivo, Legislativo y Judicial.”. Agregaría que, en realidad y en general, lo que disputa el asalariado es la renta que se saca con la explotación de los bienes comunes que tiene la tierra.
Mario Daniel Villagra
Café del Oeste
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