04/07/2014. Ayer pasó otro día del locutor, lo que quiere
decir que Café del Oeste cumplió otro año en el aire. Ya estamos transitando
nuestra cuarta temporada, y por suerte la familia cafetera es cada día más
grande, por lo que la lista de agradecimientos se agranda por suerte.
Primero saludar al dueño de Radio Ciudad Carlos Bernardo “Pepona”
Carrizo y al director Eduardo “Peponita” Carrizo, tanto por el espacio como su
amistad, sería imposible hacer una Café del Oeste igual fuera de esta queridísima
radio, la más plural en el éter termeño sin lugar a dudas. Asimismo a los demás
programas de la radio, “La Mañana de Radio Ciudad” de Peponita, “Los
Protagonistas” de Daniel Parrado y Juan Hector Figueroa, y “Santiago Itinerante”
de Renata Schierano, que siempre han apoyado y promocionado al espacio
cafetero.
Las corresponsalías nacionales de Café, uno de sus mayores
orgullos y distinciones, lograron crecer, por lo que es imposible no saludar a
porteño Daniel Eduardo Raddi que le toca la difícil tarea de traer las noticias
de la CABA y la provincia donde se manejan nuestros destinos, más que corresponsal
es nuestro analista político nacional, un grande; el chaqueño Juan Carlos
Gauna, amigo que desde el primer día está presente, que logró unir a su Machagai
con nuestras Termas, pilar fundamental del programa; el entrerriano Mario
Daniel Villagara, que no aporta nada más sus informes radiales, sino también
que por escrito enaltece nuestra web y nos hace no solo reflexionar sobre la
realidad de su provincia, sino sobre la política y la sociedad toda; el
tucumano Santiago Camuña, quien rompe la imaginaria frontera provincial y
mensualmente nos tiene despiertos y al tanto sobre la provincia más cercana a
nuestro entorno; la rionegrina Beatriz Molina, primera corresponsal del
Desierto Radial y que alcanzó el objetivo
de que en Termas nos enteremos que pasa en la Patagonia; y a los santiagueños
Alejandra Carreras y Ernesto Picco, que de verdad tienen una extenuante tarea,
que son los informes sobre Santiago del Estero, Ale en los cultural, contándonos
que hay un under real y fuerte en nuestra provincia, y Ernesto, el ultimo
incorporado a este equipo, atreviéndose a analizar momento a momento que es lo
que ocurre en estos pagos más allá de lo que sabemos.
Las columnas de Café, que empezaron temerosas y de apoco hoy
son otro del fuerte de su estructura programática, es así que Guillermo Rodríguez
Osman sigue informándonos y sorprendiéndonos con novedades tecnológicas; Andrés
Lemos rompió los canones de las columna con su “Ser Artesano”, marcando
intransigencia como no hay otra en la radio; José Luis Banegas pudo sostener
durante un año, semana a semana, una columna de literatura donde se trataron
miles de temas de manera bien ecléctica; Kujra Ray Ngen sin ser santiagueño pudo
contarle a Santiago del Estero que el rock existe en sus tierras; Diego Carrizo
le trajo Historia por primera vez a un Café que la va forjando poco a poco;
Gonzalo Ramón antes, y hoy Pablo Yñiguez muestran que el café puede ser una
bebida deportiva; Natalia Gelós creó este año la primera columna quincenal y
devolvió los libros a nuestro Desierto; Laureano Exequiel Lescano creó algo que
se llama “El Quid de la Cuestión”, y que tal vez el misterio que esconde el
quid mismo de esa columna es lo que atrae hacia ella; y como mención especial,
la hago al señor columnista Adrián Kaplan Krep, que empezó encargándose solo
del cine y las series, pero que día a día se volvió un maestro y compañero en
las aventuras de hacer una radio distinta.
A las locutoras de verdad (yo soy locutor semi trucho, lo sé),
Giselle Ribaloff y Guadalupe Cuevas que hacen realidad las locuras que nosotros
llamamos spots y separadores; así como también a los locutores que han
colaborado en varios de nuestras “obras”: Fabricio López, Nicolás Plager, Chipi
Merino y Laura García Ibarra.
A nuestro ilustrador Bruno Viola, que desde antes que
empiece, le dio una personalidad a Café del Oeste en las redes y hoy sigue con
el desafío de realizar los cada vez más extraños pedidos que le hacemos.
A los tantos colaboradores que ya no podemos contar pro que
suman grandeza a este humilde programa, al grandioso y leal movilero y
compañero Pita Zamorano; a Jerónimo Prat que sumado debate y muchas de las
charlas más interesantes que se
desarrollaron este año; a Adrián Fernández que nos regaló los informes
internacionales más didácticos alguna vez hechos en radio; a Lía Carrizo que
nos enseñó el arte de producir un programa, de llevar el aire en un programa, a
manejar una agenda, en fin, los basamentos para hacer radio; y a las
periodistas Betania Álvarez Araoz, Mariana Rodríguez Fuentes, a ContraPunto, El
Coyuyo, Radio Sur, a los medios colaboradores, y tantos otros que aportan para
que sigamos siendo.
Igualmente a Cintia del Rio y a mi fallecido amigo Carlos
Pischetola, con quienes ideamos a Café, es imposible no hacer el programa y
recordarlo al Gringo.
Y por último, pero no menos importante, a la tribuna cafetera
que semana a semana no escucha, y dan sentido al laburo que hacemos. Otra mención
especial, esta vez para Martin Suarez, radioescucha que además de sumar con
opiniones, creó las remeras de Café del Oeste, un capo del marketing.
Sin más que decir, estoy feliz de poder escribir esto año a
año, porque no muchos programas se pueden dar el gusto de cumplir años, y estoy
feliz de que este pueda hacerlo, este que no es solo un experimento radial, sino
también mi escuela periodística.
Que la familia cafetera siga creciendo.
Gracias a todos.
Nicolás Salvi
Conductor de Café del Oeste
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