El Superclásico en el Chaco: El Equipo del Coqui


Machagai, Chaco (C). Finalmente, el Boca-River se disputó ayer en el estadio Centenario del Club Atlético Sarmiento de Resistencia, dejando la victoria del equipo xeneize por 2 a 0. Con un amplio operativo, una previa cargada de conjeturas y un acuerdo que dará otro partido más a la provincia, Capitanich busca poner a su tutelado club como el epicentro deportivo de la zona.

Lo que en Octubre comenzó como un rumor, luego se convirtió en anuncio y ayer en realidad, fue una historia que tuvó bastantes momentos de todo tipo en la cruzada de Capitanich de posicionar al club Sarmiento como receptor de los principales espectáculos deportivos del nordeste.

La historia cuando pareciera que comienza con el anuncio del acuerdo del Superclásico, en realidad tiene su puntapié en el año 2007, cuando Capitanich se convierte en presidente del club Sarmiento de Resistencia y además, logra el increible triunfo sobre Rozas en las elecciones provinciales.

Para los desprevenidos, el club Sarmiento de Resistencia, empezó a tener notoriedad a través de su recientemente inagurado estadio Centenario. En pocas palabras, el club es el segundo en capacidad societaria y público en la provincia, siendo opacado en logros y demases, por Chaco For Ever, institución que incluso logró jugar en la Primera División entre 1989 y 1991. Hasta ese entonces, For Ever y Sarmiento se encontraban ambos en una situación económicamente asfixiante y participando del Torneo Argentino B, sin embargo, la historia tendría un cambio para el "Decano" (Mote del club Sarmiento) con la llegada del "Ejecutor de Dios".

Desde allí, comienza inmediatamente la construcción de la nueva cancha del club, siguiendo los estándares para recibir partidos de alto nivel. El ambicioso proyecto tuvo también como pata la vuelta del equipo al Torneo Argentino B en el 2011, luego de su descenso cuatro años antes, para potenciarlo futbolísticamente. La Copa Argentina también tuvo al club como protagonista logrando llegar a estar actualmente entre los 32 mejores.

Sin embargo, a Capitanich le faltaba lo concreto de ese proyecto que luego fue el Estadio Centenario. Eso llegaría en Abril de 2011, cuando anuncia el primero de los futuros acuerdos con la empresa gestora de los partidos de la Selección Argentina, World Eleven, y su presidente, Guillermo Tofoni: el amistoso entre Argentina y Paraguay, que se jugó el 25 de Mayo.

El buen resultado del emprendimiento, sumado a la buena relación económica entre el gobernador y World Eleven, llevaron a la frutilla del postre: el Superclásico de Verano.
El descenso de River Plate en Junio, sólo acrecentó el nivel de interés de Capitanich en el partido, que hasta ese año se disputaba corrientemente en Mar del Plata y Mendoza. El sinónimo de éxito fue cuando "La Feliz" dió a conocer que no iba a poder costear un partido con los semejantes riesgos que acarreaba, y "Coqui", sabiendo la papa caliente que agarraba, tampoco quería perderse ese partido en la cancha del club que presidía.

En Octubre se rubricaron las firmas, World Eleven vendía el clásico y Capitanich llevaba por primera vez el partido al Chaco. La felicidad abundaba en ese anuncio hasta que vino el momento turbulento.

En Noviembre, Sarmiento hacía la prueba piloto enfrentándose a For Ever, en un partido que empezó con la policía arremetiendo salvajemente contra varios hinchas, ocasionando varios heridos, incluidos nenes de 8 años de edad. El enojo del inventor de la criatura fue tal que esta batalla casi termina con la renuncia del Ministro de Gobierno, Juan Manuel Pedrini, uno de los hombres fuertes del Gabinete provincial. Al otro día, esa rabia por semejante falla se vió en sus declaraciones: "No confío en absolutamente nadie para descentralizar la organización del Boca- River". El trascendido que dió su pariente, Marina, a la radio La Red, de que él mismo se encargó de que los barras no provocaran incidentes, confirman la obsesión del gobernador provincial de que todo salga absolutamente perfecto; sumado al operativo nunca antes visto en la provincia, con 2500 efectivos dispuestos, lo que dió a entender en gran parte de la población la posibilidad de una provincia en "zona liberada". Sabía los riesgos que significarían, hasta en lo político, que algo salga mal.

Finalmente, la película tuvo un final feliz, y un partido que tuvo color, mucho público y un Boca Juniors contundente sobre River Plate. Y Capitanich obtuvo lo que quería, presentar el renovado escenario de su Sarmiento, presentar a su provincia ante los ojos deportivos y evitar los incidentes tan temidos. El premio a su obsesión esta a la vista, el Argentina- Brasil de Septiembre de 2012, el cual no se tanteó aún que día será.

En medio de una provincia con muchos asuntos calientes en el medio, el gobernador mostró su poder de maniobra para convertir a Sarmiento en el centro de la escena deportiva chaqueña. Ahora resta ver si tendrá ese poder de maniobra para los temas que tendrá la provincia en el año que comienza.

JC Gauna

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