15/06/2013. Brenda Martin es la bajista del power trio cordobés
“Eruca Sativa”, hoy ya una banda fundamental dentro del rock nacional, siendo
una de las mayores representantes del hard-rock en la Argentina. En esta
segunda entrevista que le otorga a Café del Oeste, Brenda nos cuenta sobre el
desarrollo de su último disco ("Blanco") presentado el año pasado, así como también de la la evolución que
ha tenido la banda desde 2007, y su creciente popularidad alcanzada en todo el país. Por Nicolás Salvi.
Audio-Nota con Brenda
Martin en Café del Oeste. 09/06/2013
Ya presentado el
disco y cerrada la trilogía ¿Cómo van llevando a “Blanco”?
Espectacular, desde la otra vez que todavía no había salido
y estábamos con todas las expectativas, no solo se cubrieron esas expectativas
sino que también se superaron. Salimos con la gira de presentación del año
pasado en noviembre, y fue muy lindo porque la gente recibió muy bien las
canciones nuevas, renovamos la estética, hicimos toda una puesta en escena con
los equipos de blanco, estuvo muy lindo. Y este año cuando arrancamos de nuevo,
porque cortamos en diciembre, fue increíble ya que vimos que el disco se había
pasado de mano en mano y de oreja en oreja, que realmente la gente está
conociendo las canciones. Todos los fines de semana estuvimos con los lugares
que explotan, con mucha conexión y muy buena vibra con el público. Este año lo
estamos disfrutando un montón porque
para nosotros es tremendo salir a tocar repertorio de los 3 discos, y sentir
que conectamos con la gente a través de estas canciones que son las que
salieron de nosotros, que con tanto amor y tanto trabajo hicimos. Así que muy
contentos.
¿Cuál es la
diferencia que notas de este último disco con los dos anteriores?
Creo que lo primero que tiene de diferente este disco es que
lo grabamos en vivo, o sea tocando los 3
juntos en estudio. Es algo que para nosotros fue nuevo y que nos encantó. No
creo que haya vuelta atrás en eso, salvo por alguna cuestión artística de que
en el futuro elijamos volver a grabar por separado.
Fue como el estado ideal de las cosas grabar tocando juntos
en el estudio, y elegir la toma que más nos gustara por cómo había salido el
toque, pero principalmente porque hay alguna toma en la que termina de pasar
algo, que tiene algo más que ver con esa magia que hay adentro de la canción, o
cuando uno toca como cuando nos subimos arriba del escenario. Eso, poder reflejarlo en el disco, yo creo
que se percibe, que es como muy sutil, que quizás si el otro no sabe que fue
grabado en vivo no se dé cuenta, pero creo que se percibe de alguna manera
porque está en la manera de tocar el instrumento de cada uno, en la manera de
interpretar los arreglos, en el que uno está más conectado con el otro que en
querer tocar perfecta la nota, poniendo la energía donde es, que es en que la canción
suene bien, eso se nota mucho.
Todo lo demás, para mi es resultado de un procesos personal
y también como grupo de nosotros en los últimos dos años en lo que fue el
tiempo entre ES y Blanco. Así que creo que todo lo demás está ahí en el disco
para que lo escuchen.
Además imagino que
sigue bien firme la relación entre ustedes tres.
Si, espectacular. Uno de los puntos más fuerte que tenemos
es que estamos tranquilos, disfrutándolo mucho, y también abiertos a seguir
aprendiendo y creciendo juntos y cada uno individualmente. Está buenísimo poder
compartir una banda con amigos, y con el staff que se va agrandando. Todo ese
grupo de gente que va creciendo es como un montón de nuevas energías que se
suman a la banda y se siente buenísimo, estamos en un buen momento.
¿Qué tal fue el paso
de Córdoba a Buenos Aires? Ya eran conocidos, en Córdoba ya tenían varios
proyectos como Torax, pero ¿Fue como un nuevo comienzo?
Si, mas allá de que lo veníamos trabajando, porque nosotros
nos formamos en noviembre de 2007 y ya como teníamos esa experiencia como vos
bien decís de bandas anteriores, sabíamos mas o menos como movernos, hacia
donde queríamos ir y sabíamos que en una banda de rock lo importante son las
canciones e ir buscando las personas para que las escuchen, entonces viajar es
fundamental. Empezamos a viajar desde el principio, de hecho una de las
primeras fechas que hicimos fuera de Córdoba fue en Buenos Aires, en La Boca.
Aunque veníamos sembrando de a poquito, al instalarnos acá
en Capital Federal cambiaron bastante las cosas. Venir a encontrarse con un
panorama nuevo y diferente, nosotros adaptándonos a una ciudad nueva, a conocer
personas nuevas, a un ritmo de vida distinto, fue como empezar de nuevo. Fue
empezar de cero pero sabiendo que ya teníamos nuestra base con unas muy buenas
raíces en Córdoba y eso es como una seguridad, no es venirse sin nada, sino
venirse con todo una estructura de trabajo, con esa seguridad de que si acá no
gusta lo que hacemos o no les llega nuestra música, nos volvemos a Córdoba
donde sabemos que nos reciben con los brazos abiertos, porque ya teníamos una
base muy sólida allá.
¿Cuándo te parece que
dieron el salto grande? Yo creo que la primera vez que los vi en un medio
nacional fue cuando ganaron el bombardeo del demo en Day Tripper, y de ahí los empecé
a ver por todos lados.
Sí, eso nos sumó muchísimo. Todo lo que tiene que ver con
reconocimiento de los medios, a veces de los mismos medios, y sino de personas
que a través de él dan su voto para elegir a la banda, abre muchísimas puertas,
y uno llega a muchas personas que quizás de otra manera no llegaría. Esa puerta
que nos abrió el bombardeo del demo estuvo buenísima, llegamos a un montón de
orejas nuevas y fue también como un quiebre. Ese mismo año ganamos el mundial
de bandas del Canal Q, y la encuesta anual del suplemento SI de Clarín.
Entonces, imagínate con esas tres cosas, a fin de año de golpe un montón de
gente nueva te escucha, y si, se notó como un empujón a la banda que estuvo muy
bueno.
¿Qué tal el tema del público?
Porque en Córdoba teniendo a sus amigos tenían una base ¿El público se mueve
igual? Recuerdo que un músico de La Plata me decía que en Buenos Aires costaba más
no solo por el público sino también por los músicos, que había mucho celo por
entrar, mientras que en La Plata y en Córdoba había más hermandad.
En la experiencia nuestra, la verdad que nos hemos
encontrado con un ambiente muy lindo en general. Hemos conocido bandas muy
grosas, a nivel humano hablando, de gente como muy copada. Nos recibieron muy
bien, nos abrieron las puertas, nos apoyan desde el principio, no solo colegas
de otras bandas, sino también gente del ambiente, me refiero a dueños de los
estudios de grabación como el Tano Bonadio que es donde grabamos nuestros tres
discos, que nos abrió las puertas y nos apoya desde el principio; las personas
que trabaja en los medios, en las radios.
En nuestro caso no sentimos nunca que se nos cierren las
puertas, ni que haya competencia ni rivalidades, que es un ambiente muy copado,
donde siempre nos han dado una mano, y por supuesto nosotros tratamos en lo que
podamos colaborar siempre de estar atentos de dar lo mejor de nosotros. Y en Córdoba
lo mismo, y en cada lugar que vamos lo mismo. Yo creo que es una cuestión de
percepción y de la manera de ver las cosas de uno. Si uno está realmente
tratando de crecer y de conectarse con las personas de un lugar constructivo,
directamente esta fuera de sintonía con las personas que restan fuera de eso,
no te relacionas, me parece que se va decantando solo ir sumando la gente que está
en la misma sintonía que uno.
Siendo mujeres ¿Se
encontraron con algún ambiente machista hostil?
No, por suerte tampoco. Si te digo hace un par de años atrás,
en el comienzo por ahí sí. Ahora capaz teniendo un poquito más de
reconocimiento en el ambiente ya es diferente, pero cuando uno recién empieza y
sos mujer, hablándote de unos 10 - 15 años atrás que no había tantas mujeres subiéndose
al escenario, ahí en ese momento si te digo que se notaba por ahí la especie
esa de machismo en los lugares, pero que siempre fueron situaciones que no
dejan de ser anécdotas que son divertidas. Como por ejemplo que te subas al
escenario y te digan “che, el equipo se aprende de acá, este es el volumen,
pone el cable acá” como si fuera que nunca viste un equipo. Una vez nos contaron unos amigos, los chicos de La
Rocka de Paraná, cuando competimos una vez en un concurso con otra banda que teníamos
antes con Lula (Bertoldi) que era toda de chicas, dicen ellos que cuando
llegaron y nos vieron a todas armando en
el escenario dijeron “uy mira que loco, todos los plomos de la banda son minas”,
como que nos veían armando la técnica y no se les cruzaba por la cabeza que éramos
músicos. Cosas así de prejuicios que tienen que ver con el machismo, pero que
no dejan de ser cosas simpáticas.
¿Qué equipo estas
usando ahora?
Ahora estoy usando un cabezal y una caja GK (Gallien
Krueger). El cabezal es un Mb 500 fusion, que está buenísimo porque es muy
chiquitito, es ultraliviano, y tiene un prevalvular, o sea que esta bueno
porque tiene esa combinación de válvula y transistores que hacen que tengas
potencia y calidez en el sonido. Y estoy usando una caja que es una 4x12, que
la estoy usando hace relativamente poco, hace un par de meses, y que para mí
fue todo un descubrimiento. Yo nunca había usado parlante de 12, había usado
siempre de 4x10, 8x10, o la combinación de 4x10 mas uno de 15, pero nunca había
probado una 4x12, y es increíble el cuerpo que le da y la definición.
¿Y el bajo?
Estoy usando un Baccaglioni, que en un luthier de Capital Federal.
Qué bueno, encontramos con Lula nuestro luthier, la verdad que trabaja increíble,
Alejandro se llama, Alejandro Baccaglioni y Nacho, son los que han fabricado
nuestros instrumentos. Mi bajo me lo hizo obviamente a mi medida con todos mis
gustos, tiene unos micrófonos Yamaha como los del RX, cuerpo de maple flameado,
y el mástil es de ojo de pájaro, está buenísimo.
Una onda Warwick
parece…
Puede ser en pinta, en el audio nada que ver. Uso un sistema
activo en el micrófono, así que como que el audio es un poco más brillante. Warwick
también tiene sus bajos activos, pero es diferente el sonido, es como mas
rockero para mi gusto el timbre que le da al sonido Yamaha en sus micrófonos.
¿De 5 cuerdas no?
Sí, me encanta el de 5 a mí.
¿Nunca te animaste a
probar de 6 cuerdas o más?
Vos sabes que no es que no me anime, es que no me atrae, no
me llama la atención el de 6, no sé porque. Si me gustara el de 6 ya me hubiera
comprado uno. Con el de 5 me siento identificada, por las posibilidades que
tiene para el estilo que a mí me gusta tocar, creo que con eso puedo explotarlo
mucho más y todavía le puedo sacar mucho más sonidos.
Lo que me gusta del bajo de 5 con relación al de 4 es la combinación
después del traste 12 de graves y agudos para trabajar la armonía, los acordes,
todo eso me encanta. Por eso con el de 4 siento que en ese sentido me quedo
corta, pero el de 6 es como que ya es demasiado para mí, no me atrae mucho el
tema de la cuerda más aguda.
¿Qué música estas
escuchando ahora?
Lo último que estuve escuchando es algo de folklore electrónico.
Estoy con unos discos, uno que se llama Electroplano que es un disco de Jaime
Torres en una versión electrónica que está muy bueno, y me enganche por ese
lado y empecé escuchando unos discos de Tonolec, que creo que son un poco más
conocidos, que cantan en lengua nativa y mezclan con música electrónica; y uno
de Terraplén que también combinan música electrónica y folklore, que si no me
equivoco es producido por Santaolalla. Eso es lo último que estuve escuchando,
pero escucho de todo. Esta semana estuve repasando un poco el funk viejo, el
hip hop, de todo un poco.
¿Van a estar
volviendo a Santiago del Estero, Tucumán o algún lugar cercano?
Sí, estamos con un montón de ganas, así que seguro que sí. No
te es decir fechas, pero en agenda está Pablo nuestro manager trabajando para
que podamos ir. Lo que seguro vamos a hacer es estar en el Taragüí Rock, y de ahí
trataremos de organizar alrededor de esa fecha una gira más por el norte.
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En la audio-nota podrán escuchar la entrevista completa.
Nicolás Salvi
Café del Oeste
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